Cuento los segundos que tardo en despertar, los cuento desde el momento en el que te vi marchar, por aquellas calles de una nueva libertad. Tú figura, con el son de los pasos en las toscas rocas mal puestas del camino al olvido.
Atrás el camino quedaba revuelto y desaliñado, rasgado, mal asfaltado... ¿Habrá sido lo mejor, amor? Fuerzo las mandíbulas unas contra otras, ¡Aprisionad la felicidad, no la dejéis escapar! Mi corazón, los pulmones, todo vuelve a su lugar, al del recuerdo, al del añoro, al del sufrir en cada momento por ti, amor...
2 comentarios:
Segundos para olvidar el amor, segundos para saber que llevaremos dos mil horas añorando una voz.
Preciosas tus letras sentidas.
Un abrazo.
que terrible.triste.casi como la vida.
besos plateados, siga escribiendo
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